Bienvenidos al blog que trata de la primera guerra mundial

martes, 25 de noviembre de 2008

Concecuencias

Se calcula que la guerra produjo aproximadamente ocho millones de muertos y seis millones de inválidos. Francia fue el país más afectado, proporcionalmente: 1,4 millones de muertos y desaparecidos, equivalentes a un 10% de la población activa masculina, acompañado por un déficit de nacimientos. El estancamiento demográfico francés se prolongó, con un envejecimiento de la población que sólo logró crecer con la inmigración. El norte francés estaba en ruinas: casas, puentes, vías férreas, fábricas, etc.
En el plano político, cuatro imperios autoritarios se derrumbaron, lo que transformó profundamente el mapa de Europa, rediseñado por el tratado de paz de
1919:
el Imperio del
zar quedó transformado en la Rusia comunista (más tarde la URSS),
el Imperio Otomano se redujo a
Turquía (península de Anatolia y Constantinopla),
el Imperio Austrohúngaro fue desmantelado y nacieron las minúsculas
Austria, Hungría, Checoslovaquia y Yugoslavia como nuevos países independientes,
el
Imperio alemán llegó a su fin y fue reemplazado por la República de Weimar, mermada territorial y económicamente por el pago de las reparaciones de guerra.
Nuevo equilibrio político mundial. Las colonias suministraron víveres, materias primas y soldados. Tras la guerra los pueblos coloniales no creyeron más en lo que se les había inculcado sobre la superioridad natural de la metrópoli y reclamaron una mejora de su situación. A este primer declinamiento de la influencia de Europa en las colonias, se sumó la expansión de Estados Unidos, el mayor beneficiado de la guerra junto a Japón, y cuyas capitales se colocaron al lado de París y Londres en la escena internacional.
Transformación social. Las diferencias sociales se acentuaron con el enriquecimiento de los mercaderes de armas y el empobrecimiento de los pequeños ahorradores, los retirados y los asalariados afectados por la
inflación. Las mujeres adquirieron un nuevo lugar en la sociedad, y se volvieron indispensables durante toda la guerra, en el campo, las fábricas, las oficinas, las escuelas (para compensar la marcha de numerosos profesores). El feminismo progresaba, el derecho a voto fue acordado en Gran Bretaña, Alemania, Estados Unidos y Rusia, pero no en Francia.

Tanque de la Primera Guerra Mundial
Consecuencias tecnológicas. La contienda generó un intenso desarrollo de los instrumentos y técnicas de guerra: fusiles de repetición, ametralladoras,
gases venenosos dando origen a la guerra biológica y química, hubo tanques, dirigibles y aviones, también se practicaron los bombardeos a las ciudades. La artillería multiplicó los calibres, aumentó el alcance y mejoró los métodos de corrección. El transporte motorizado se generalizó.
Consecuencias políticas en Alemania. Los cinco tratados tras la guerra, principalmente el creado en
Versalles, ocasionaron un ambiente de opresión hacia los vencidos. La nueva Alemania republicana sufrió las consecuencias del Imperio Alemán y su economía fue explotada por los vencedores. Así surgieron tesis tanto izquierdistas como derechistas para acabar con esta situación. Los golpes contra el sistema comenzaron cuando, en 1921, milicias comunistas se levantaron en Múnich. La revuelta fue sofocada. Adolf Hitler culpaba a los marxistas alemanes de la rendición alemana, alegando como pruebas la constitución progresista de Weimar y el armisticio a continuación. Cuando Hitler aun seguía en las trincheras, los militares alemanes convencían a la población civil de que la guerra podía ser ganada, mientras que confesaban a los políticos que la rendición era obligatoria. Pero Hitler sostuvo esta tesis en el Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores y, con ella, dirigió el denominado Putsch de Múnich de 1923 contra la sede del gobierno. El golpe militar fue aplastado y Hitler recluido en prisión durante nueve meses. Sin embargo en enero de 1933 Hitler fue nombrado canciller por el presidente Paul von Hindenburg y el 14 de octubre de 1933 triunfó en las elecciones, por lo que llegó al parlamento alemán

Otros Frentes

Frente Oriental
rusos asumieron la ofensiva en el frente oriental desde el comienzo de la guerra, de acuerdo con los planes de los aliados. En agosto de 1914, dos ejércitos rusos se adentraron en Prusia oriental y otros cuatro ejércitos invadieron la provincia austriaca de Galitzia. Tras una serie de victorias rusas, la evacuación de Prusia oriental parecía inminente; sin embargo, las tropas de refuerzo alemanas, dirigidas por el general Paul von Hindenburg, derrotaron definitivamente a los rusos en la batalla de Tannenberg, librada del 26 al 30 de agosto de 1914. Los cuatro ejércitos rusos que habían invadido Austria avanzaron incesantemente a través de Galitzia; conquistaron Przemysl y Bucovina, y se encontraban en situación de adentrarse en Hungría a finales de marzo de 1915. No obstante, una fuerza conjunta austro-alemana les hizo retirarse de la cordillera de los Cárpatos. En mayo, los ejércitos austro-alemanes iniciaron una gran ofensiva en la zona central de Polonia; hacia septiembre de 1915, habían conseguido expulsar a los rusos de Polonia y Lituania y habían tomado todas las fortalezas fronterizas de Rusia. Los rusos abandonaron Galitzia para hacer frente a la ofensiva; cuando ésta cesó, las líneas rusas se encontraban detrás del río Dvina, entre Riga y Daugavpils, y los alemanes se dirigieron hacia el río Dniéster. Aunque los Imperios Centrales no realizaron ninguna operación decisiva en el frente oriental entre 1914 y 1915, Rusia había perdido tantos hombres y tal cantidad de suministros que a partir de ese momento no pudo emprender acciones importantes. Este frente fue el escenario de notables combates durante 1914 y 1915, librados concretamente en la región de Masuria, entre los que destacan la primera (del 7 al 14 de septiembre de 1914) y la segunda (del 7 al 21 de febrero de 1915) batallas de los Lagos Masurios; ambas concluyeron con la victoria de los alemanes.

Frente Otomano
El Imperio otomano entró en la guerra el 29 de octubre de 1914, fecha en la que sus naves colaboraron con las alemanas en el bombardeo naval de los puertos rusos del mar Negro; Rusia declaró la guerra oficialmente el 2 de noviembre, y Gran Bretaña y Francia lo hicieron a su vez el 5 de noviembre. Los turcos comenzaron la invasión de la zona rusa de la cordillera del Cáucaso en diciembre, pero el escaso territorio que conquistaron se vio reducido considerablemente en agosto de 1915. No obstante, la presión turca en esta región había obligado al gobierno ruso a solicitar a comienzos de 1915 que los británicos llevaran a cabo una maniobra de distracción en el estrecho de los Dardanelos. En respuesta, la fuerza naval británica, capitaneada por el general sir Ian Hamilton bombardeó los fuertes turcos de los Estrechos en febrero de ese año, y entre abril y agosto se produjeron dos desembarcos de tropas aliadas en la península de Gallípoli; el primero, efectuado en abril, fue llevado a cabo por tropas británicas, australianas y francesas; en agosto acudieron más divisiones británicas. El objetivo de los aliados era conquistar los Dardanelos; sin embargo, la campaña de Gallípoli resultó un completo fracaso para las tropas aliadas, que en diciembre de 1915 y enero de 1916 se retiraron.

Frente Italiano
El Imperio otomano entró en la guerra el 29 de octubre de 1914, fecha en la que sus naves colaboraron con las alemanas en el bombardeo naval de los puertos rusos del mar Negro; Rusia declaró la guerra oficialmente el 2 de noviembre, y Gran Bretaña y Francia lo hicieron a su vez el 5 de noviembre. Los turcos comenzaron la invasión de la zona rusa de la cordillera del Cáucaso en diciembre, pero el escaso territorio que conquistaron se vio reducido considerablemente en agosto de 1915. No obstante, la presión turca en esta región había obligado al gobierno ruso a solicitar a comienzos de 1915 que los británicos llevaran a cabo una maniobra de distracción en el estrecho de los Dardanelos. En respuesta, la fuerza naval británica, capitaneada por el general sir Ian Hamilton bombardeó los fuertes turcos de los Estrechos en febrero de ese año, y entre abril y agosto se produjeron dos desembarcos de tropas aliadas en la península de Gallípoli; el primero, efectuado en abril, fue llevado a cabo por tropas británicas, australianas y francesas; en agosto acudieron más divisiones británicas. El objetivo de los aliados era conquistar los Dardanelos; sin embargo, la campaña de Gallípoli resultó un completo fracaso para las tropas aliadas, que en diciembre de 1915 y enero de 1916 se retiraron.

El frente occidental

El frente occidental.
plan inicial de la estrategia alemana era derrotar a Francia en el Oeste en poco tiempo, mientras una pequeña parte del Ejército alemán y todas las fuerzas austro-húngaras contenían la invasión rusa que se esperaba por el Este. Se confiaba en vencer a Francia rápidamente gracias a la estrategia de la 'guerra relámpago' contenida en el Plan Schlieffen, elaborado por el conde Alfred von Schlieffen, jefe del Estado Mayor alemán desde 1891 hasta 1907. Éste era el proyecto previsto: las tropas alemanas debían conquistar Bélgica, rodear a los franceses mediante movimientos rápidos y, a continuación, cambiar de frente y derrotarlos de forma rápida y contundente. Cuando se aplicó este plan en el otoño de 1914 parecía haber sido un éxito. La veloz incursión de los alemanes a comienzos de agosto aniquiló al ejército belga, que abandonó las plazas fuertes de Lieja y Namur y se refugió en la fortaleza de Amberes. Las tropas alemanas, que avanzaban a gran velocidad, derrotaron a los franceses en Charleroi y a la Fuerza Expedicionaria británica en Mons, lo que provocó la retirada de Bélgica de toda la línea aliada.
Al mismo tiempo, los alemanes expulsaron a los franceses de Lorena, que había sido invadida, y les obligaron a retirarse de la frontera de Luxemburgo. Los contingentes británicos y franceses no tardaron en retroceder hasta el río Marne, pero tres ejércitos alemanes se dirigieron rápidamente hacia su posición, por lo que tuvieron que cruzarlo. La caída de la capital francesa parecía tan inminente que el gobierno galo se trasladó a Burdeos. Sin embargo, una vez que los alemanes habían atravesado el Marne, los franceses, dirigidos por el general Joseph Joffre, rodearon París y atacaron al I Ejército alemán, mandado por el general Alexander von Kluck, situado a la derecha de los tres ejércitos que avanzaban hacia la capital francesa.
En la primera batalla del Marne, que se desarrolló desde el 6 hasta el 9 de septiembre, los franceses consiguieron detener al ejército de Kluck, que se había distanciado de las otras dos fuerzas alemanas y no pudo recibir refuerzos. Además, los alemanes habían perdido una parte de sus tropas el 25 de agosto, cuando el general Helmuth von Moltke, jefe del Estado Mayor alemán, pensando que ya se había alcanzado la victoria en el frente occidental, envió seis de estas unidades al oriental. La presión francesa sobre el flanco derecho alemán obligó al ejército de Kluck a retirarse, y posteriormente todas las fuerzas alemanas retrocedieron hasta el río Aisne.
Los franceses avanzaron e intentaron expulsar a los alemanes del Aisne, lo que provocó las batallas del Aisne, del Somme y la de Arras. Sin embargo, no fue posible desalojar a los alemanes de esta posición y éstos extendieron sus líneas por el Este hacia el Mosa, al norte de Verdún. Ambos contendientes intentaron entonces alcanzar el mar del Norte, donde se encontraban los puertos del canal. Los alemanes no pudieron alcanzarlo debido a que los belgas habían inundado la región del río Yser. La parte occidental de las líneas aliadas estaba ocupada por los británicos, que se hallaban ya en Ypres (situado en el extremo suroccidental de Bélgica) en la carrera hacia el Canal. Los alemanes, después de tomar Amberes el 10 de octubre, intentaron atravesar las posiciones de los británicos en Bélgica, pero no pudieron cumplir su objetivo tras las denominadas batallas de Flandes. En diciembre, los aliados lanzaron una serie de ofensivas a lo largo de todo el frente, desde Niewpoort por el Oeste hasta Verdún en el Este, pero no consiguieron conquistas territoriales significativas.
A finales de 1914, ambos bandos se encontraban atrincherados en sendas líneas que se extendían a lo largo de 800 kilómetros, desde Suiza hasta el mar del Norte. Apenas se produjeron cambios en este frente durante casi tres años. La batalla de Flandes representó el final de la guerra de movimientos en el frente occidental.
Desde finales de 1914 hasta casi el final de la contienda, ésta se convirtió en una guerra de trincheras o de 'desgaste'. El frente estaba formado por numerosas líneas paralelas de trincheras comunicadas y protegidas por alambres de púas y cada bando intentaba atravesar las líneas enemigas esporádicamente. Los británicos intentaron romper el frente enemigo en marzo de 1915, pero sólo capturaron la línea delantera de los alemanes. Éstos lanzaron un asalto fallido sobre Ypres en el mes de abril empleando gas de cloro; ésta fue la primera vez que la guerra química se practicaba a gran escala. La ofensiva conjunta lanzada por los británicos y franceses a lo largo del frente situado entre Neuve Chapelle y Arras en mayo y junio permitió que sus tropas avanzaran 4 km en el sistema de trincheras alemán, pero no se consiguió atravesarlo. Los británicos asediaron en varias ocasiones la ciudad de Lens durante el mes de septiembre, mientras los franceses atacaban la cresta de Vimy. Ese mismo mes, los franceses lanzaron un asalto a gran escala sobre un frente que se extendía desde Reims hasta el bosque de Argonne y consiguieron tomar la primera línea de trincheras alemanas, pero no pudieron avanzar hasta la segunda. En términos generales, puede decirse que durante 1915 no se produjo ninguna modificación en las posiciones establecidas a finales de 1914.

La Conferencia de Paris

La Conferencia de París(1919)
El 18 de enero de 1919, los representantes de los países vencedores se reunieron en la Conferencia de París, bajo la dirección del denominado Comité de los Cuatro: el presidente estadounidense Wilson, el Premier británico Lloyd George, el primer ministro francés Clemenceau y Orlando, el jefe del ejecutivo italiano. Son los tres primeros, sin embargo, los que realmente dirigieron unas negociaciones a las que los países derrotados se les prohibió asistir.

El 4 de octubre de 1918, los alemanes habían pedido un armisticio basado en las propuestas recogidas en los "Catorce puntos" de Wilson. Sin embargo, la realidad fue mucho más dura. Los países vencedores llegaron a París con ideas diferentes y compromisos, a veces secretos, adquiridos durante la guerra.

Pactos firmados por las potencias de la Entente durante la guerra:

Tratado secreto de Londres (1915) Italia se incorpora al conflicto junto a la Entente tras serle prometido por Francia y Gran Bretaña diversas anexiones: Trentino, Alto Adigio, Istria, la mayor parte de Dalmacia, Libia, Eritrea, Somalia y concesiones en Asia Menor (Anatolia turca)
Acuerdo Sykes-Picot (1916) Francia y Gran Bretaña acuerdan el reparto de las posesiones del Imperio Turco. Italia recibe vagas promesas sobre Anatolia.
Declaración Balfour (1917) Gran Bretaña promete a las organizaciones sionistas la cesión de parte de Palestina. Aqui nos encontramos con el origen del futuro conflicto arabe-israelí.

Tropas aliadas

Tropas aliadas avanzan sobre una posición enemiga
Entre 1914 y 1918 se desarrolló en Europa la mayor conflagración hasta entonces conocida. Motivada por conflictos imperialistas entre las potencias europeas, la "gran guerra", como se denominó originalmente a la primera guerra mundial, implicó a toda la población de los estados contendientes, así como a la de sus colonias respectivas.
La causa inmediata que provocó el estallido de la primera guerra mundial fue el asesinato del archiduque de Austria-Hungría, Francisco Fernando, en Sarajevo, Servia (posterior Yugoslavia), el 28 de junio de 1914. Austria presentó un ultimátum a Servia y el 28 de julio de declaró la guerra. El sistema de alianzas militares creado en los años precedentes entró entonces en funcionamiento. Rusia ordenó la movilización de sus ejércitos contra Austria, por afinidad con sus hermanos eslavos. Alemania, aliada del imperio austro-húngaro, pidió a Rusia que detuviera sus maniobras contra Francia, en la que se concentraría el máximo de fuerzas disponibles para lograr rápidamente una victoria que permitiera al ejército dirigirse contra Rusia. El plan fue ejecutado por el general Helmuth von Moltke, que dejó al ejército austríaco encargado de contener a los rusos en el frente oriental y dirigió la mayor parte de sus tropas contra Francia. El ejército francés, al mando del general Joseph-Jacques-Césaire Joffre, se dispuso a su vez a aplicar el plan XVII, contraataque centrado en el Marne.
Los alemanes iniciaron su ofensiva occidental con la toma de Leija el 16 de agosto de 1914. El 20 de agosto de este año entraron en Bruselas y tomaron Namur. La defensa francesa fue arrollada, pero en septiembre, cuando la balanza parecía inclinarse del lado alemán, el ejército de Joffre consiguió rechazar la ofensiva alemana en la primer batalla del Marne. El general alemán Erich von Falkenhaynm que sucedió a Moltke como jefe del estado mayor del ejército, hizo frente a una nueva ofensiva anglo-francesa. Tras las batallas de Yser e Ypres se estabilizó un frente que iba desde el canal de la Mancha hasta Suiza.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Batalla de Coronel


La batalla de Coronel o Batalla del día de Todos los Santos fue un combate naval de la Primera Guerra Mundial que se libró en aguas territoriales chilenas a la altura de la Bahía de Coronel (Chile), entre la flota del almirante alemán Maximilian von Spee - compuesta por los cruceros acorazados Scharnhorst y Gneisenau y los cruceros ligeros Leipzig, Nürnberg y SMS Dresden - y la flota inglesa - compuesta por el Glasgow, el Crucero Monmouth, el Otranto y el Crucero Good Hope -, al mando del almirante sir Christopher Cradock, en la que resultaron hundidos el Good Hope y el Monmouth el 1 de noviembre de 1914, muriendo el almirante Cradock en la batalla.

El combate


 
Movimientos de las flotas durante la batalla.

Ambas escuadras se avistaron al atardecer del 1 de noviembre a 50 millas al frente de la bahía de Coronel, viniendo la escuadra alemana desde alta mar hacia el este y la escuadra inglesa pegada a la costa hacia el norte.

Cradock pensó en un ataque rápido y viró hacía la escuadra alemana con el Good Hope y sus cañones de 235 mm; a su vez, Von Spee viró a babor y se colocó paralelo. El Scharnhorst disparó hacia el Good Hope con un mayor peso y cadencia de tiro que el inglés. El Gneisenau disparó sobre los navíos menores. A la décima andanada la escuadra inglesa estaba desbaratada.

Ya anocheciendo, la escuadra alemana, sin mayores daños, dispersó a los restos de la escuadra inglesa. El Good Hope y el Montmouth estaban gravemente dañados.1

Una violenta explosión, al parecer en el pañol de municiones del Good Hope sirvió de referencia a los artilleros alemanes, quienes dispararon una salva en altura que cayó sobre el exánime navío y lo hizo estallar del mismo modo que el crucero de batalla Hood 27 años más tarde.

El Monmouth tenía un impacto a proa y se hundía lentamente; ya de noche (cerca de las 21 horas) se acercó el Nürnberg y remató al semihundido navío a cañonazos. El Glasgow y el Otranto huyeron mar adentro. El rescate de náufragos ingleses resultó imposible a causa de las grandes olas.

Luego de haberse reunido la escuadra alemana, se alejó del lugar hacia Valparaiso para reaprovisionarse. Este simple hecho daría tiempo a Inglaterra para adelantarse a la próxima jugada de Spee.

Consecuencias del combate

El golpe al orgullo británico fue duro, ya que desde 1741, a manos de los españoles, la Marina Real Británica no había visto una derrota tan humillante. El almirante John Fisher ordenó la inmediata partida del almirante sir Frederick Sturdee a la zona del conflicto, lo que desencadenaría otra batalla naval más, la batalla de las Malvinas.

Después de la batalla, la escuadra alemana anduvo victoriosa por los puertos chilenos y retrasó su partida a su futuro destino en 18 días. Esto perdería a Von Spee, pues le daría tiempo a los ingleses para preparar la venganza a la afrenta de Coronel.

En la rada de Coronel, hay una placa recordatoria en honor a los caídos en el combate.

Batalla de Caporetto


La Batalla de Caporetto, también conocida como Batalla de Karfreit por los Imperios Centrales, tuvo lugar desde el 24 de octubre hasta el 9 de noviembre de 1917. El combate se libró en las cercanías de Karfreit (hoy Kobarid, Eslovenia) en la frontera austroitaliana, donde se encontraba el Frente Italiano durante la Primera Guerra Mundial. El combate utilizó nuevas formas de teoría militar elaboradas por los estrategas alemanes y utilizadas por primera vez contra los italianos. Esas elucubraciones preveían concentrar pequeños grupos de soldados que rompieran la línea del frente enemigo en una distancia máxima de uno o dos kilómetros (usualmente las ofensivas se desarrollaban en unos treinta kilómetros) y que amenazaran las tropas que no se habían movido desde el frente. Las tropas austrohúngaras, reforzadas con efectivos alemanes, rompieron el frente italiano, y dispersaron al ejército ítalo, que no disponía prácticamente de reservas móviles. El botín de la ofensiva austroalemana fue cuantiosísimo, y la derrota del ejercito italiano una de las peores de toda la Gran Guerra. Más de trecientos mil hombres fueron capturados por los austriacos, y otros trecientos mil cesaron de actuar como fuerza organizada y tuvieron que ser reorganizados. Las fuerzas austroalemanas avanzaron más de 100 kilómetros en dirección a Venecia, pero fueron incapaces de cruzar el río Piave, donde los italianos habían establecido una nueva línea defensiva, que se mantuvo durante el resto de la guerra. Durante esta batalla, el batallón dirigido por Erwin Rommel desempeñó un importante papel. Preocupados por la situación italiana, los aliados convocaron una conferencia en Ravenna, donde el Rey Vittorio Emmanuele les aseguró que el ejercito italiano iba a mantener sus posiciones sin problema alguno. Y así fue: hasta el final de la guerra en 1918 el frente italiano se estabilizó en la línea del río Piave, desde el cual, el 30 de octubre 1918, el regio ejercito lanzó la ofensiva que derrotó al Imperio Austrohúngaro, lo que aceleró notablemente el fin de la guerra europea.

Los sangrientos resultados de la Batalla de Caporetto fueron vívidamente descritos por Ernest Hemingway en su novela Adiós a las armas (A Farewell to Arms).

Entre los generales italianos, dirigidos por Luigi Cadorna, se encontraba también Pietro Badoglio. El término «Caporetto», tras esta batalla, cobró un significado especial en Italia, y fue utilizado para designar una terrible derrota —la fallida huelga general de 1922 por parte de los socialistas fue bautizada por Mussolini como el «el Caporetto del socialismo italiano»